EL RETRATO OVAL

La elaboración del presente artículo ha requerido el concurso de distintas  ciencias: antrometría, informática, matemáticas, técnicas fotográficas... En la medida de lo posible hemos evitado el uso de términos técnicos a fin de facilitar su lectura. Las fotos que ilustran los textos son parte sustancial de la investigación y se amplían al cliquearlas, permitiendo así observar más detalles. Utilizamos aquellas que previamente fueron publicadas en multitud de medios gráficos y también en internet. De esta forma, se puede recurrir a las fuentes y verificar que ninguna ha sido modificada respecto del original. Con el objetivo de facilitar su localización, hemos ordenado las imágenes en una lista, asignándoles un número de referencia: VER aquí detalle.

Introducción

La infancia de Carlos Gardel parece una polémica sin fin... Se plantean enormes dudas con respecto a las fotografías de aquella época. Según la biografía oficial, retratan la niñez de Charles Romuald Gardes, el futuro cantor. Sin embargo, muchos creen identificar en ellas a dos niños diferentes, lo cual avalaría la tesis de que El Zorzal es en realidad otra persona, llamada Carlos Escayola, hijo ilegítimo del coronel homónimo y María Leila Oliva, oriundos de Tacuarembó (o más apropiadamente: de la Villa de San Fructuoso), Uruguay.

En medio de tan acalorado debate, existe un punto de acuerdo: el niño que aparece en el "retrato oval" (llamado así por la forma ovalada del marco) es Charles, el hijo de la francesa Berthé Gardes. Por tanto, será dicha fotografía nuestro leitmotiv. La compararemos con otras dos también atribuidas al niño Gardel: una tomada en el estudio Benincasa y otra rodeado por sus compañeros de primer grado. Luego la compararemos con el rostro de Gardel ya adulto.

¿Gardel niño? 01. Retrato oval.  02. Estudio Benincasa (detalle). 03. Foto escolar (detalle).

El objetivo primordial será confirmar o descartar que se trate del mismo niño, sin importarnos DÓNDE, CUÁNDO, CÓMO, CON QUIÉN y PORQUÉ fueron realizadas cada una de las tres placas. Eso quedará reservado para estudios posteriores. Y sobretodo queremos dejar claro -de una forma científica e irrefutable- si se trata en verdad de auténticos retratos de Carlos Gardel niño.

Comparación biométrica I

Los imparables avances tecnológicos nos permiten aplicar recursos que hace años eran impensables. Hoy existen, por ejemplo, formas matemáticas de determinar si el rostro pertenece a una misma persona utilizando las tecnologías informáticas de biométrica. Es el método con el cual los escáneres de los aeropuertos identifican a los pasajeros de forma inmediata.

El proceso utilizado por el software es delimitar en primer término los puntos sobresalientes de la cara: ojos, cejas, nariz, labios... Una vez establecidas esas coordenadas, las une a través de líneas calculando la distancia exacta entre ambos anclajes.

 A su vez, otra serie de puntos perfilan el contorno del cráneo y de las orejas, y  realizan un rastreo particularizado de las cejas, entrecejo, párpados y ojos.

Cómo vemos en la ilustración, el mapeo del rostro del niño de la izquierda (retrato oval, ref. 01) superpuesto sobre el de la derecha (retrato escolar, ref. 03), coincide.

Comparación biométrica entre fotos 01 y 03. Las proporciones se ajustan.

Los puntos blancos establecen los enlaces o puntos de ancla. Las líneas en rojo señalan las coincidencias de proporción y distancia. Las líneas en azul indican una variación en la postura del rostro. En este caso el individuo de la derecha (foto 03) tiene el mentón levantado y la cabeza echada hacia atrás.

 Comparación biométrica II 

En una segunda comparación biométrica volvemos a constatar la similitud de proporciones entre ambos retratos.

Biométricas fotos 01 y 02. Poseen el mismo corte de pelo lo cual permite apreciar un mismo contorno capilar, con la notoria entrada de pelo en el centro de la frente.

En la foto de la derecha el infante está un poco de semiperfil (la oreja derecha se ve más que la izquierda); tiene inclinada un poco la cabeza hacia atrás, y el mentón levantado, por lo que se produce el efecto de "frente más pequeña". Ésto mismo ocurre en la foto escolar (03). La del retrato oval (01), está tomada en una posición frontal, con la cabeza recta.

La de la derecha es un detalle ampliado de una foto más grande, por eso se pierden algunos detalles, aunque en menor medida que en la foto escolar.

Distorsiones y diferencias de apariencia entre las fotografías
Para comparar retratos en las condiciones más óptimas deberían reunirse un conjunto de requisitos casi imposibles de conseguir: la persona o personas retratadas deberían mantener en todas las fotos la misma postura y gesto, igual iluminación, la misma distancia con respecto a la lente, utilizar una cámara fotográfica similar, etc. Si todo ello es imposible en condiciones normales hoy en día, lo era más aún con la tecnología disponible entre los sectores humildes del proletariado en el siglo XIX.

Por ello debemos tener en cuenta algunas diferencias técnicas entre la toma del retrato oval (01), y las otras imágenes comparadas (02 y 03). 

Gran parte de las diferencias aparentes entre los rostros que percibe un ojo poco entrenado, surgen en gran medida porque el retrato oval fue captado desde el lateral derecho, entonces la cabeza del niño aparecía oblonga. Esa distorsión debe corregirse. A ello se suma otra segunda casualidad que es que en las otras dos fotos, al tratarse de ampliaciones, se pierden los matices de labios, cejas y nariz, lo cual dificulta su comparación visual y hacen que el retrato oval parezca diferente (cuando en realidad es más exacto y detallado que los otros dos). En ellas, además, el muchachito es fotografiado con la cabeza echada hacia atrás, lo cual reduce el tamaño de su frente, cambia la expresividad de los ojos y hace que el perfil de su mentón sea borrado con la piel de la mandíbula y el cuello. (Por cierto, si comparamos fotos de Gardel adulto, veremos que solía posar con la perilla alzada cuando lo fotografiaban de frente. Es símbolo de orgullo y distinción, pero también un acto reflejo de las personas tímidas que buscan protegerse, por ejemplo, cruzando los brazos.)

I. Pose e iluminación.

Hemos visto que las fotos analizadas tienen distintas poses, iluminación y calidad de imagen, lo cual contribuye a la perdida de ciertos detalles, tal como puede compararse con imágenes similares del propio Gardel:

Arriba, las fotos de niño (01, 02, 03). Debajo, Gardel (04, 05, 06), en sesiones fotográfica de los años '20, vestido de gaucho. El gesto, la iluminación y la mala calidad de las reproducciones hacen que su boca parezca grande en las fotos de la izquierda (01 y 04) y mucho más pequeña en las otras.

II. Inclinación de la cabeza.

El niño en el retrato oval tiene la espalda y la cabeza recta. En las otras dos imágenes el niño se ha inclinado levemente, y el mentón se alza por encima del cuello lo cual genera una serie cambios ópticos debido a la perpectiva: la frente parece más pequeña, las orejas se ven muy por debajo de los ojos y en la misma línea que la boca, parecen más grandes y separadas del rostro, los párpados más cerrados y los ojos más pequeños...

Inclinación de cabeza. Hemos calculado el ángulo de inclinación en 19 º para  la foto escolar (03) y 22º en foto Benincasa (02). La foto del retrato oval (01) tiene cero inclinación (cabeza recta).

 Idénticos cambios podemos observarlos al comparar fotos del propio Gardel, de adulto, según lo veamos de frente con la cabeza erguida o inclinada hacia atrás. En posición recta, las orejas están situadas aproximadamente a la misma distancia del ángulo externo del ojo que de la protuberancia occipital externa u occipucio. Su extremo superior, o más alto, alcanzaría el nivel de una horizontal que pasase por el arco superciliar. En la parte inferior, el lóbulo de la oreja  desciende a la altura del suelo de las fosas nasales. Al reclinar la cabeza la parte superior de las orejas queda por debajo de los ojos, y la parte inferior, se sitúa en una misma línea que la boca.

Gardel con la cabeza recta (07) e inclinada (08). Al inclinar la cabeza el cambio de perspectiva resalta inmediatamente: en las fotos de la derecha (03 y 08), Gardel parece que tiene frente más chata, ojos menos llamativos, con párpados caídos y sin sombras, orejas a la altura de la boca... La mandíbula está más cerca de la lente de la cámara, por lo tanto parece más grande y también sus orejas. La nariz, más alejada de la lente, se verá pequeña. Y la boca, al estar rodeada de más piel, dará la impresión de tener menor tamaño.

III. Distancia y fuera de foco.

La foto del retrato oval es más nítida pues las otras son ampliciones de un fragmento del cuadro, lo cual hace perder la definición de los contornos, que terminan desfigurando el rostro. Lo volvemos a comprobar con fotos de Carlos Gardel adulto:

Foto de Gardel tomada con buena resolución y de frente (09) y una ampliación (10) en donde él aparecía entre un grupo de personas –como es el caso de la foto escolar (03)–. Al mirar con atención ambas imágenes comenzamos a dudar si se trata de la misma persona o de otra. En la foto de la derecha (10) el efecto de desenfoque o mouré, hace que Gardel parezca tener mayor edad, cejas pobladas, pómulos hinchados, boca y nariz pequeña, orejas grandes, pelo abundante... y sin embargo fueron tomadas con pocos días de diferencia.

Comparación biométrica III

Para reforzar las conclusiones obtenidas hasta aquí y para tratar de sacar una conclusión lo más fundamentada y objetiva posible, mostramos una comparación biométrica entre el niño del retrato oval y Carlos Gardel ya adulto.

Niño (01) y Gardel adulto (11). Entre ambas fotos tienen años de diferencia, pero comprobamos que las proporciones faciales se mantienen.

Sólo aumenta levemente la distancia entre la nariz y los ojos, pero ese es un efecto óptico, que pasaremos a explicar: al llevar las tres dimensiones a una representación bidimensional en papel, se producen ciertas distorsiones. Un ejemplo clásico será poner el dedo pulgar cerca de la lente. El dedo parecerá más grande que la cara de la persona. De igual forma, como en el adulto la nariz crece "hacia adelante", aparecerá en el papel como si estuviera "más abajo".

Comparación morfológica fragmentaria

A pesar de que la biometría nos da resultados muy fiables, añadiremos pruebas adicionales, utilizando otra metodología diferente. Esta vez aislaremos fragmentos del retrato oval –ojo, oreja, labios, cejas, frente y cuero cabelludo–, para constrastarlos con las mismas partes en el rostro Carlos Gardel adulto.

Ojo izquierdo 

Al aislar y ampliar la foto del retrato oval notamos una mancha debajo del ojo izquierdo que al principio nos pareció un defecto de la propia imagen. Pero al analizarlo detenidamente notamos que se trataba de un grano o verruga, más o menos en la mitad del párpado inferior. Pensamos que podría tratarse de un orzuelo o inflamación que tuviera el niño en ese momento, pero al ampliar otras imágenes de Gardel adulto notamos que mantuvo el mismo gránulo en el párpado inferior izquierdo, a lo largo de toda su vida, lo cual constituye una seña de identificación muy concluyente.

Ampliación del ojo izquierdo del niño (01) y del mismo ojo en Gardel adulto, durante distintas etapas de su vida (12 a 15). En la foto 12, siendo Gardel adolescente, vemos que el maquillaje aplicado sobre el ojo izquierdo genera una pequeña circunferencia, denotando la presencia del gránulo. La siguiente (13), de los años '20, es de muy buena resolución, y apreciamos con nitidez que en realidad el papiloma está formado por dos protuberancias circulares, una grande y otra más pequeña a su lado. A continuación (foto 13) percibimos el mismo bultito desde abajo, en una de las imágenes más difundidas del Zorzal (14): la que le tomaran en los Estudios Silva de Montevideo en 1933. Por último, a pesar del mucho maquillaje de sus ojos, logramos distinguir ese granito a contraluz en una famosa foto promocional de 1934 (15).

Fotos usadas: niño (01), adulto (12, 13, 14, 15).

Oreja derecha 
Todas las partes del cuerpo humano son únicas e irrepetibles, tanto como las huellas dactilares. Pero las orejas tienen tal complejidad estructural que su singularidad resalta a primera vista. Antaño se entrenaba a los agentes policiales para que identificaran a las personas por la forma de sus orejas. Hoy se utiliza softwares informáticos para cumplir la misma labor. Incluso los especialistas de arte diferencian una obra auténtica de una falsa por el estilo con que se han pintado las orejas en un cuadro. De modo que la comparación de las orejas en el retrato oval y en fotografías de Gardel, y su eventual coincidencia, resultarán un elemento de idenficación de primer orden, por su efectividad.

En todos los casos es de forma ovalada, siendo más ancha en su parte superior. Su eje mayor es vertical o ligeramente oblicuo, de abajo hacia delante. Debemos tener en cuenta que las dimensiones definitivas se alcanzan recién a los siete años de edad y el niño de la foto es mucho más pequeño.

La imagen del retrato oval (foto 01) tiene poca resolución como para lograr un comparación muy detalla del pabellón auricular, pero aún así notamos que conserva la misma morfología y similitud, con respecto a la oreja (derecha) de Gardel adulto. La estructura de las orejas es tan compleja que cualquier variación en la posición del rostro, o en la iluminación, distorsiona su apariencia, pero aquí el perfil se mantiene estable en todas las fotos y podemos concluir que se trata de la misma oreja. Fotos utilizadas: niño (01), adulto (13, 16, 17, 07, 18, 19, 20).

Labios 

La boca de "El Mudo" y su sonrisa eterna son íconos que identifican al cantor tanto como su voz. Pero en este caso, el niño del retrato mantiene la boca cerrada como en todas las fotos de su infancia (¿sería Gardel un niño melancólico? Probablemente tendría poca simpatía a posar para un fotógrafo durante largos minutos y fuera difícil arrancarle una sonrisa). Pero al comparar los labios cerrados de ese niño con otras imágenes de Gardel notamos su parecido.

Boca cerrada de niño (01) y de Gardel adulto. Fotos utilizadas: niño (01), adulto (16, 07, 11, 13, 21).

Nariz

La nariz es la masa estética más prominente de la cara. Al estar situada en la línea media cualquier asimetría se hace muy evidente. Está claro que Gardel poseía una nariz estéticamente perfecta, en consonancia con la forma general y proporciones de su cara. Su eje mayor se dirige oblicuamente de arriba abajo y de delante a atrás, presentando una pequeña oblicuidad hacia la derecha. Su raíz nasal, situada entre las dos órbitas, bajo la prominencia frontal o glabela, se encaja en la escotadura frontal, es especialmente gruesa formando una pequeña hendidura frontal de unos 3 a 4 mm de profundidad, que puede apreciarse cuando proyecta sombra.

Las narinas o ventanas nasales, es decir, los orificios situados en la base de la pirámide nasal, tienen forma alargada siendo más anchas por abajo. Su eje oblicuo se dirige hacia delante y hacia adentro.

La columela o subtabique que separa los dos orificios de las narinas, es un poco convexa hacia abajo sobrepasando en algunos milímetros el borde inferior de las alas nasales. De adulto forma con el plano del labio superior un ángulo de 90 a 100º denominado naso-labial pues este ángulo va cambiando a lo largo del desarrollo quedando como definitivo a los 20-25 años.

La coincidencia nasofrontal es especialmente clara en la foto segunda (22) de esta serie. Fotos utilizadas: niño (01), adulto (22, 13,16, 23, 17, 24).

Cejas, entrecejo, párpados y ojos

Según un nuevo estudio, nuestro cerebro está preparado, aunque no seamos conscientes de ello, para identificar algunas señales faciales sutiles. Nicolas Dupuis-Roy y Frédéric Gosselin de la Universidad de Montreal, y su equipo, han comprobado que el brillo de la zona de las cejas, es vital para una rápida identificación. 

Comparando las cejas, entrecejo, párpados y ojos en la foto del niño y en varias de Gardel adulto comprobamos una vez más la similitud, especialmente notoria en la segunda (22) y tercera (23) de esta serie. El maquillaje utilizado por Gardel variaba en gran medida la forma y luminosidad de sus párpados (superiores e interiores) y el enmarcado de las cejas. Fotos utilizadas: niño (01), adulto (22, 23, 07, 11, 16, 21, 13, 24).

Cuero cabelludo

Todos los pelos del cuerpo crecen hasta alcanzar la longitud característica de cada zona corporal, que es diferente en cada persona, según la influencia de factores hormonales y ambientales. Con el paso de los años la densidad de pelo disminuye por regla general en ambos sexos, incluso en los adultos sin signos de calvicie en el cuero cabelludo, tal es el caso de Carlos Gardel. Los pelos se renuevan de manera constante desde el nacimiento. Los pelos son sustituidos periódicamente por otros del mismo tamaño y longitud a lo largo de períodos de crecimiento y descanso. El crecimiento del pelo es asincrónico y está sometido a un ritmo alterno de crecimiento y reposo. Pero lo importante para nuestro análisis es que los pelos vuelven a crecer siempre en el mismo lugar (folículo piloso), creando de esa manera un "mapa capilar", especialmente notorio en el caso de Gardel, que poseía piel pálida y cabellos oscuros, sin síndrome de alopecia, y que además se peinaba hacia atrás con gomina, dejando al descubierto los contornos de su cuero cabelludo.

Podemos comprobar los puntos coincidentes de distribución de pelo tanto en el niño (imagen izquierda) como en Gardel adulto (fotos a la derecha). Algunas de esas múltiples coincidencias están aquí señalizadas con flechas. Fotos utilizadas: niño (01), adulto (07, 11).

Corte comparativo 

Tras haber sometido el rostro del retrato oval a una prueba biométrica con la foto de Benincasa (02), la toma escolar (03) y Gardel adulto (11), y haber realizado todo tipo de pruebas con fragmentos aislados de la cara (fotos 12 a 24), hemos dicidido añadir una prueba adicional para confirmar todas las conclusiones y despejar cualquier atisbo de duda.

Se trata de la clásica comparación o cotejo de rasgos fisionómicos faciales, o corte con geometría euclidiana. Como el cuerpo humano es simétrico la prueba consiste en cortar por la mitad una foto y unirla con la mitad de otra para comprobar las coincidencias. Hasta el avance de la computación fue el método más infalible de identificación. Nosotros la consideramos una técnica hoy superada.

Pero aún así, hemos decidido aplicarla... Y cada unión obtuvo tan alto grado de integración que a simple vista puede resultar complicado diferenciar dónde empieza una imagen y dónde termina la otra. El amable lector que quiera salir de dudas, sólo debe ocultar una de las mitades con una hoja, y comprobar qué retratos se utilizaron.

Corte I. Fotos utilizadas: Gardel adulto (izquierda) (11), niño (01).

 

Corte II. Fotos utilizadas: Gardel adulto (derecha) (25), niño (01).

 CONCLUSIONES

Luego de todas las pruebas que hemos realizado y expuesto, creemos que queda demostrado, de forma clara, científica y más allá de todo duda razonable que:

 
a) las tres fotografías analizadas pertenecen al mismo niño;
b) el niño del retrato oval y Carlos Gardel son la misma persona.

Nuestro sistema de investigación, basado en pruebas autónomas que han demostrado resultados coincidentes, otorgan una garantía de fiabilidad prácticamente completa, con un margen de error mínimo o nulo.

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